Previenen daños en equipos y sistemas
Al liberar presión excesiva, lo que protege las tuberías, bombas, y otros componentes
Reducen el riesgo de accidentes
al evitar situaciones de sobrepresión que podrían causar explosiones o fugas peligrosas
Fácil ajuste y mantenimiento
facilita su implementación y asegura un rendimiento confiable a largo plazo.
Cumplimiento de las normativas de seguridad y calidad
Asegura que el sistema funcione dentro de los estándares regulatorios.
Reducción en el desgaste de los componentes
Lo que alarga la vida útil de las instalaciones y equipos.
Ayudan a evitar fugas
Que podrían resultar en daños al medio ambiente o problemas de contaminación